CONGELADO VIVO!!!!!!

El invierno de 1984-1985 arrastró numerosas olas de frío sobre Estados Unidos, desde Michigan hasta Texas. La mañana del 19 de enero de 1985, en un poblado cercano a la periferia de Milwaukee, Winsconsin, mientras sus padres estaban dormidos, el pequeño de dos años Michael Troche salió de su casa en pijama. La temperatura de la región en esas fechas oscilaba los 60° C bajo cero –de acuerdo con los registros climatológicos del estado-

El pequeño pronto desmayó sobre la nieve y así permaneció algunas horas, hasta que fue encontrado por su padre quien angustiado notó que el infante no respiraba y que se habían formado cristales de hielo encima y debajo de su piel, además de que tenía los miembros rígidos.

Michael fue ingresado de urgencia en el Children’s Hospital de Milwaukee, y de inmediato fue atendido por un equipo de 20 enfermeras y 18 médicos, encabezados por Kevin Nelly, especialista en hipotermia.

Varios médicos coincidieron en que al manipular el cuerpo del pequeño, era posible escuchar crujidos desde su interior debido al congelamiento de sus órganos, y que su cuerpo registraba una temperatura de menos de 16 °C.

Los médicos conectaron de inmediato a Michael a una maquina conocida como "pulmón artificial", con el fin de calentar de forma progresiva la sangre; le inyectaron diversos fármacos para evitar la inflamación del cerebro; le aplicaron masajes, y le realizaron diversas incisiones en el cuerpo para evitar que sus células reventaran por el aumento de tamaño a consecuencia de la congelación.

Durante tres días Michael permaneció en estado de semi-inconsciencia, entre la vida y la muerte. De manera milagrosa, según el doctor Nelly, el niño mejoró y comenzó a recuperarse con una rapidez sorprendente. Semanas después sólo mostraba lesiones leves en los músculos de la mano, y los cirujanos tuvieron que injertarle trozos de la piel para cerrar las grandes incisiones hechas en sus brazos.

De acuerdo con el informe presentado por el doctor Nelly, Michael tampoco presento ningún daño cerebral a pesar del congelamiento. La única explicación que encontró a este caso fue que había sobrevivido porque era muy joven y pequeño, lo cual significaba que su cerebro y su reducido metabolismo necesitaban poco oxígeno para funcionar.

¿Cómo la ven, amigos ?