Para hacer esto sin que le doliera al pobre peladito, le inyectaron NOVOCAÍNA, que es un anestésico local. Lo malo fue que, estando la boca tan cerca del cerebro, la anestesia se continuó después de la curación, y el niñito quedó medio-borracho, espantado por lo que le estaba pasando...
POBRE DAVID!!!!!!!!
Al pobre de David le salió una caries en un diente y tuvo que ir a que se lo sacara el dentista, quien lo cosió incluso con un par de puntos la encía.
Publicado por el calidoso
Stiven Rengifo Zuñiga
el día
sábado, octubre 17, 2009
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Temas serios