STIVEN!!!!! VETE A JUGAR A OTRO LADO!!!!!!

Escuché un gran grito que dijo:
STIVEN!!!! VETE A JUGAR A OTRO LADO!!!!
Y tuvimos que correr muchísimo, para alejarnos de la casa frente a la que estábamos jugando.

Lo que pasó fue que los peladitos de la otra cuadra nos retaron a jugar un partidito de FÚT, poniendo como apuesta que el equipo que perdiera tendría que comprarle gaseosas al otro equipo POR TODA UNA SEMANA.

Decidimos que el pedazo de calle que mejor nos avenía para jugar, era el que estaba frente a la casa de Don Felipe (un señor que siempre es muy serio, y que tiene un puesto de ropa en el mercado del centro).

Nos pusimos a jugar y casi ni pasaron 5 minutos y ya había yo anotado un GOOOLLLLLL!!!!! de cabeza, que me la hizo vribrar por un buen rato por lo fuerte del cabezaso.

Después casi nos empatan, pero "el Gordolobo" se aventó como los grandes, y paró un tirazo de "Medina Chico", el delantero estrella del otro equipo. Entonces volví yo a tomar la bola desde el medio campo, me fui por la banda burlando peladitos, hasta que estuve frente al portero contario.

Preparé la zurda para dar un super-tirazo -algo que nunca se hubiera visto, un gooooolllll!!!! digno de cualquier mundial- y solté la pierna para pegarle al balón con todas mis fuerzas. Pero en eso sucedió que pisé un hueco en la calle con la pierna de apoyo, me descontrolé, y le pegué tan mal al balón que éste salió fuertísimo... pero completamete chueco. Primero le pegó a un árbol, luego rebotó en una pared y, ya bajando, entró por una ventana cerrada, rompiéndola.

Cuando comenzamos a correr, escuché la voz de Don Felipe resonar como un trueno en el cielo:"STIVEN!!!! VETE A JUGAR A OTRO LADO!!!!" Voltié la cabeza para atrás, y vi al serio Don Felipe, parado frente a su ventana, con nuestro balón sujetado con las dos manos, y echando lumbre por los ojos.

Entonces corrí mucho más fuerte, y no me detuve hasta estar en mi cama, tapado con las sábanas, resonando en mis oídos la voz enojada de Don Felipe.

Les juro amigos, que hubiera sido mejor no haber anotado ningún gol, aunque tuviéramos que comparles a los peladitos del otro equipo sus gasoesas durante un mes entero. Les juro que sí.
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