Esta vaquita se sentía muy sola en el rancho de mi tío Alejandro, hasta que a él se le ocurrió meterla a tomar lecciones de NATACIÓN, y ahora cada vez que van al mar la vaca se suelta a nadar y nadar junto a los delfines, al grado de que una vez amaneció en MIAMI USA, y tuvo mi tío que mandar por ella y regresarla en avión.
AJJJÚÚÚAAAAAA!!!!!!