Las trampas de ser bonita.

Las mujeres están obsesionadas con la belleza. Hacen lo que sea con tal de ser -o parecer- bonitas: mascarillas de pepino, cataplasmas de miel, fomentos de vera-aloe, vitamina "E" para la piel, shampoos, maquillaje, colorete, etc.

De varios años a la fecha, se han popularizado métodos más agresivos que solamente untarse algún producto: inyección de bacteria botulínica (BOTOX), inyección de colágeno y, en casos más extremos, cirugía plástica para "arreglarse" prácticamente todo: nariz, ojos, boca, lonjas, gordos, etc.

Pero en el pecado llevan muchas de ellas la penitencia, ya que cuando un tratamiento o una cirugía salen mal, los resultados son tan desastrosos (e irreversibles) que mueven a condolerse más que a admirarse de la "belleza" lograda.

Tal es el caso de estos tres ejemplos que les pongo a continuación, donde la imagen de 3 mujeres han quedado tan deformadas que realmente dan pena y tristeza.


Juzguen ustedes...