La evolución no es tal sin adaptación, o al menos esa fue la
gran premisa revolucionaria con que Darwin sorprendió al mundo. Conocida es la
historia de los pinzones que el científico estudió en las Islas Galápagos, los
cuales, a pesar de aparentemente pertenecer a la misma especie, presentaban
diferencias significativas en la forma de su pico, resultado de la necesidad de
adaptación expresada en los distintos hábitos alimenticios de cada ejemplar.
Esto se cumple en todas las especies, según la teoría de la
selección natural, y el ser humano no ha sido la excepción. Nuestros ancestros
tenían un cráneo de menores dimensiones y un rostro más ancho y fueron los
cambios en el clima, hace entre 800 mil y 200 mil años, el factor que provocó
el cambio en ambas cualidades: ahora nuestro cráneo es mayor y nuestra cara un
tanto más angulada. Este pequeño ejemplo nos hace preguntarnos cómo será
nuestro aspecto físico cuando los siglos pasen y, digamos, se cuenten 100 mil
años de este momento al futuro.
Dicha pregunta también se la planteó el investigador y
artista Nickolay Lamm, quien en colaboración con Alan Kwan, genetista
computacional, quiso responder cómo será el rostro del ser humano dentro de 20
mil, 60 mil y 100 mil años.
Como se ve, Lamm aventura que la transformación más notable
ocurrirá en los ojos. Dentro de 100 mil años los ojos del ser humano estarán
completamente volcados a la tecnología visual que, incipiente, ya existe en
nuestra época. Este, claro, no fue el único factor de cambio tomado en cuenta.
Los investigadores también consideraron las condiciones climáticas y
ambientales en general, aunque sin duda los implementos tecnológicos que forman
parte de nuestra vida cotidiana, según algunos imprescindibles, serán decisivos
en la evolución futura de nuestra especie.
De acuerdo con Kwan, la frente del ser humano también ganará
en tamaño, siguiendo la tendencia observada ya al comparar cráneos actuales con
los de personas de los siglos XIV y XVI: facciones menores pero frentes más
amplias que dan cabida a un cerebro de dimensiones mayores. Explica el
genetista:
Este rostro humano estará fuertemente inclinado hacia las
características que se consideran fundamentalmente atractivas: líneas fuertes y
majestuosas, nariz recta, ojos intensos y la situación de los rasgos faciales
conforme a la proporción áurea de simetría izquierda/derecha perfecta.
Según Kwan, dentro de 60 mil años el ser humano será capaz
de manipular su genoma y elegir las características físicas de, por ejemplo, el
rostro de un individuo. Si esto se cumple, lo más probable que el aspecto de
las personas se ajusten a cierta normalización del gusto dominante.
En cuanto a otras características, en este ejercicio
nuestras fosas nasales serán más amplias y el cabello mucho más denso, esto
último para retener con mayor eficacia el calor despedido por una cráneo de
mayor superficie. Además, la piel será mucho más oscura, más pigmentada, por
efecto de los rayos ultravioleta que llegan a la Tierra.
Cabe hacer notar que la proyección de Lamm y Kwan ha sido
objetada, señalando sus deficiencias metodológicas y científicas y reclamando
que no se haya insistido lo suficiente en que se trata de un trabajo más bien
lúdico. A este respecto George Dvorsky, de io9, escribe:
[…] en vista del paso acelerado del cambio tecnológico, no
sabemos cómo será el aspecto de la especie humana en mil años, mucho menos en
100 mil. Ahora que hemos comenzado a retirarnos nosotros mismos de los procesos
darwinianos lentamente agonizantes —reemplazándolos con intervenciones
tecnológicas —, las escalas evolutivas ya no tienen ninguna relevancia. En los
próximos siglos podremos rehacer completamente la forma humana, sea a través de
la genética o de la cyborgización. También está la posibilidad de las
actualizaciones [uploads] y la potencial presencia remota (por ejemplo,
controlando avatares, como robots, externamente).
En cualquier caso, ee trata, sin duda, de un ejercicio de
imaginación científica que si bien nos hace soñar sobre el futuro de nuestra
especie, al mismo tiempo nos plantea preguntas importantes sobre nuestro
presente y nuestro modo de vida actual.
Aqui tienen una secuencia de 4 fotografias que van mostrando los cambios...