La idea era romántica: dos niños muy enamorados se fugaron en año nuevo con la intención de pasar su luna de miel bajo el sol... en África, indicó el lunes la policía de Alemania.Durante la nochevieja, el pequeño Mika, de 6 años, cuenta sus últimas vacaciones en Italia a los dos hijas de la nueva pareja de su padre divorciado, Anna-Lena y Anna-Bell.
"A partir de ahí, los niños han construido proyectos de futuro", indicó a la AFP Holger Jureczko, portavoz de la policía federal de aquel país.
Criados en familias de un solo padre, Mika y Anna-Lena, de 7 años, "se quieren mucho y deciden casarse en África, donde hace calor, y tomar por testigo a la hermana pequeñas de Anna-Lena, Anna-Bell, de 5 años", según el portavoz.
En la mañana del 1º de enero, los tres hacen sus maletas, en las que meten "gafas de sol, accesorios para la playa, ropa ligera y algo de comida" para su aventura. Abandonan el domicilio de Langenhagen, en las afueras de Hanover (norte) mientras que sus padres respectivos todavía duermen, y llaman a la puerta de una amiga que no contesta...
Caminan durante un kilómetro, atravesando la ciudad, cogen el tranvía en un recorrido de tres kilómetros hasta la estación central de Hanover, donde se disponían a tomar un bus hacia el aeropuerto, explica Jurecsko. La presencia de los tres niños, solos en el andén de la estación, llamó la atención del personal de la estación, que avisó a la policía.
Dos agentes convencieron rápidamente a los niños que sin dinero ni billete de avión no llegarían al África. Para reconfortarlos, les hicieron una visita guiada de la comisaría de la estación. A los niños les impresionó especialmente las salas de interrogación y los padres los recuperaron rápidamente, según el portavoz.
"Siempre podrán realizar su proyecto más adelante", añadió.







