Una historia muy triste ...


Esta es una historia realmente escalofriante. Es posible que ustedes lo han recibido también alguna vez por correo, como recibí yo ese mail hace ya un tiempo.

Me refiero a la historia de Jacqueline Saburido, la chica que quedó desfigurada por un accidente. Si bien, esta desgracia ocurrió ya hace mucho, creo que merece ponernos a pensar en ella.

La Historia de Jaqueline.
Jacqueline Saburido es una joven venezolana que viajó a Austin, Texas (EE.UU) para estudiar inglés. Tenía 20 años en 1999. Disfrutaba de nadar, de bailar flamenco y de pasar tiempo con su familia y amigos.
Un mes después de su llegada, cuando regresaba a su casa en automóvil con amigos, luego de un festejo de cumpleaños, un conductor borracho provocó un accidente que causó la muerte de dos de sus acompañantes, heridas a otros dos y quemaduras gravísimas a ella, que la desfiguraron por completo.

El accidente.
El día del accidente (19 de septiembre de 1999) Jacqueline iba en el asiento del acompañante con su cinturón de seguridad puesto. El choque fue frontal y en sólo cuestión de segundos el automóvil empezó a incendiarse en la parte delantera. Reggie
Stephey, el conductor del otro vehículo, resultó ileso gracias al "Airbag". El análisis de alcoholemia le dio 1,63 cuando el máximo permitido es de 0,8. Él mismo fue quien llamó al 911, pero dos paramédicos, que de casualidad pasaban por el lugar, empezaron sin tardanza a asistir a las víctimas.

Sin embargo el fuego en el interior del auto no se pudo contener. Y Jacqueline aún seguía en el interior del auto. Aunque uno de los socorristas hizo todo para rescatarla, el fuego le alcanzó la cara. Ella intentó protegerse con las manos. Finalmente, llegaron los bomberos y apagaron el fuego.
Jacquie no se movía, era una “silueta negra”. “Gracias a Dios está muerta”, dijo el paramédico, pero su compañero se acercó y le tomó el pulso: era muy débil pero ahí estaba.

Un helicóptero, de la unidad de quemados en el "University Texas Medical Branch" transladó a la chica al hospital. Una vez ahí, fueron llamados sus padres de urgencia hasta Caracas, para que viajen de inmediato. Jacqueline seguía debatiéndose entre la vida y la muerte, entre momentos de conciencia y estados de shock.

La muchacha logró sobrevivir, pero sufrió quemaduras de tercer grado en el 60% de su cuerpo, y lo peor le tocó a su cara, manos, muslos, parte de la espalda y la zona abajo de las rodillas.

Los médicos hicieron hasta lo imposible; arreglaron fracturas en un brazo, una pierna y una mano. Batallaron contra infecciones y fiebre altísimas. Probaron con autoinjertos y piel de donantes cadavéricos. Incluso apelaron a las sanguijuelas para ayudar a reestablecer la circulación sanguínea.
Hoy Jacqueline ya no tiene cabello, perdió la nariz, los labios y la oreja derecha, recibió un trasplante de córnea y le amputaron parte de los dedos de las dos manos. La operaron más de 50 veces.

El poster de la Campaña de Jaqueline.
Este es el POSTER de la Campaña de Jaqueline. (Las demás fotografías del mail no quise ponérselas, porque están demasiado fuertes, y porque tendrán perfecta idea de cómo quedó esta pobre chica únicamrente con la imagen de su poster...)


El título del afiche dice: NO TODOS LOS QUE SON IMPACTADOS POR UN AUTO MANEJADO POR UN EBRIO MUEREN... Si manejas, no tomes ...

El culpable.
Reggie Stephey fue multado con $20,000 dólares y sentenciado a siete años de cárcel (en el 2001).