Sabiendo esto, un subalterno le regaló un cachorrito al que Erasmo llamó "Capitán" (igual que su grado en el ejército).
Todo iba muy bien para "Capitán", hasta que la hija del militar, de nombre Alicia y de 12 años, salió del colegio internado en el que estudia, y le encantó el perrito. De inmediato lo "adoptó", y Erasmo no tuvo más remedio que dejárselo el tiempo que iba a estar la muchacha en la casa de sus papás.
A quien no le gustó para nada la "adopción" fue al propio perrito, que ahora tiene que soportar interminables horas de juegos con la pequeña. El colmo fue cuando lo vistió de bailarina, con su Tutú y todo. Alicia quedó tan encantada con la caracterización, que le tomó esta foto al pobre perrito ...
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