Una broma muy cruel...

En un baño público de Brierley Hill, en Inglaterra, un bromista no tuvo mejor idea que dejar en los bordes del inodoro un pegamento poderoso, y un señor de 35 años fue la víctima, pero el problema es que no se podía despegar. Tan grave fue el problema que tuvieron que llamar a los bomberos, y aun así no podían despegarlo, entonces se vieron obligados a desmontar el inodoro con el hombre pegado a él.

El hombre fue llevado al hospital, donde los doctores tuvieron que meterse en la ambulancia antes de utilizar productos químicos para liberarle. Un portavoz del servicio de ambulancias que atendió al hombre dijo que "éste estaba más avergonzado que otra cosa".

Más tarde el inodoro fue llevado de nuevo al baño y reinstalado y el hombre avergonzado devuelto a su casa.