La vecina de Mamá Pata.

Mamá Pata tenía que ir al mercado a comprar toda la despensa de la semana, pero sus dos pequeños estaban muy desconsolados porque querían ir a nadar al lago, como se los había prometido la atareada pata...

- !Pero Mamá Pata, usted nos prometió que iríamos a nadar aunque sea un ratito!

- !Ándele, Mamá Pata, no sea mala ... mire que aunque sean solo 10 minutos queremos mojarnos las patas! !Recuerde que somos patos!

Y Mamá Pata no sabía qué hacer ...
Hasta que se le ocurrió una idea. Se acordó de la vecina que siempre le toca la puerta en las mañanas pidiéndole "una tacita de azúcar", "una tacita de aceite para freír", "una tacita de cereal para el desayuno".

Así que fue con la "vecina de la tacita" y arregló de inmediato el problema ...